sábado, 12 de mayo de 2007
Sonrisa a medias
Recuerdo hace mucho tiempo haber leído, en una de esas amarillentas revistas Qué pasa que se acumulan desde tiempos inmemorables en las consultas de los dentistas, una columna sobre la media sonrisa, esa suerte de mueca que realizamos en momentos difíciles, que se dibuja instintivamente entre la nariz y el mentón y que resulta casi como un punto suspensivo facial. Es un gesto que esconde tantos sentimientos, entre los dientes apretamos la rabia, el temor, aceptación, frustración, pena, odio y por sobre todo también amor, que al final es lo único que empuja los extremos de los labios hacia arriba. Intentamos decir “filo, está todo bien” y sonreímos con pena, escondiendo torpemente que en realidad todo está mal y va a estar peor, tras una hipócrita sonrisa a medias.
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